lunes, 25 de abril de 2011

Las 10 mejores canciones de Sabina ...





Cuando los miembros de la página del cantautor madrileño me invitaron a elaborar la lista de las 10 mejores canciones de Sabina, les contesté que era una tarea difícil, pues para mí basta que una canción tenga el sello de Sabina para catalogarla como extraordinaria. Además sería un ejercicio subjetivo y caeríamos todos en percepciones distintas y en diversidad de juicios. Sin embargo, elaboré mi propia lista, y aunque también voy a ser subjetivo, comparto con ellos y ustedes mi propia lista en orden descendiente.
En el lugar número 10 coloco una canción que para muchos ha pasado desapercibida, pero que resulta ser de una belleza sutil y encantadora. La historia habla de un encuentro entre dos vagos y aventureros que van por el mundo en busca de lo que depare el azar. Ella olvidada por el amor, y él arrojado de un bar, se encuentran por una calle lluviosa de una ciudad cualquiera, explotando en ellos, tal vez el amor, o la química de los deseos. Juntos deciden caminar por la vida al son de “El rocanrol de los idiotas”:


Yo no venía de ningún país
tú ibas camino de cualquier lugar,
Conmigo no contaba el porvenir
de ti no se acordaba el verbo amar.
Tú habías perdido el último autobús
a mí me habían echado de otro bar,
Los mismos alfileres de vudú
el mismo cuento que termina mal.

En el número 9 viene una canción con un tono nostálgico: “La canción más hermosa del mundo”, la cual, conociendo la picardía del cantautor español, la tituló así para poder decir que él escribió la canción más hermosa del mundo. Esta obra habla de un mundo no alcanzado, de un sueño no logrado, de una vida plena pero a la vez carente de algo, llena y a la vez vacía, efímera pero también eterna. El término canción funciona como la metáfora de la vida misma, y tiene versos sugerentes proseguidos por un estribillo hermoso:


Nunca pude cantar de un tirón
la canción de las babas de mar
del relámpago en vena
de las lágrimas para llorar
cuando valga la pena.
de la página encinta
en el vientre de un block trotamundo
de la gota de tinta
en el himno de los iracundos.
Yo quería escribir la canción
Más hermosa del mundo.


La primera canción que Sabina dio a la luz en forma de Disco, propiamente disco, se llama “Calle melancolía”. Y puede decirse que lo colocó en el mapa inmortal de la música española. Ésta tiene también un tono nostálgico, habla de un ser instalado en la tristeza y, como el nombre sugiere, en la melancolía; ello producto de una amor inencontrable, de una ausencia que se manifiesta en forma de calles vacías, de senderos huecos, de escaleras que no llevan a ningún lado, de cables eléctricos y antenas que decoran una ciudad sombría y apagada en esa melancolía. Colocamos en el número ocho su primer éxito, el que definió a quien iba a ser, sin duda, el mejor cantautor de la lengua española:


Vivo en el número siete,
calle melancolía,
quiero mudarme hace años
al barrio de la alegría,
pero siempre que lo intento
ha salido ya el tranvía,
en la escalera me siento
a silbar mi melodía.



Para algunos de los que somos seguidores de la música de Joaquín Sabina, sin duda la canción “Princesa” representa todo un himno. Esta canción nace al final de los ochenta y es una balada que nos habla de una chica que, después de pertenecer a las clases altas españolas, termina enrolándose en una banda de asaltantes y subversivos (a la cual, parece, perteneció el mismo Sabina), envolviéndose también entre muertes y droga...Uno de los grandes amores del cantautor madrileño, la chica sigue procurando al ya famoso Sabina para que le socorra en los problemas que seguido experimenta :


Entre la cirrosis y la sobredosis
andas siempre muñeca.
con tu sucia camisa
y en lugar de sonrisa
una especie de mueca.
Cómo no imaginarte,
cómo no recordarte,
hace apenas dos años,
cuando eras la princesa
de la boca de fresa,
cuando tenías aún esa
forma de hacerme daño.




En el mismo disco “Juez y parte” viene una canción que tal vez ha pasado desapercibida, o que ya no se recuerda como otras. Esta canción habla de un individuo que para salir del anonimato en que le tiene el mundo moderno (caótico, existencial, ensombrecido), decide cometer un crimen masivo parado en la ventana que da a la calle, del miserable cuarto donde habita, matando a diecisiete personas. Como un guión de cine perfecto, dentro del género negro, Sabina nos regala una extraordinaria canción titulada “Ciudadano Cero”. De ella mostramos los siguientes versos, que, aunque hubieran sido los únicos que escribiera, de igual manera hubieran pasado a la historia de la música en lengua española:


Era un individuo
de ésos que se callan
por no hacer ruido,
perdedor asiduo
de tantas batallas
que gana el olvido.


En el quinto lugar pondríamos un excelente bolero incluido en su disco “Yo, mi, me, contigo…” . La canción habla del vacío, soledad y tristeza que produce la ausencia de la amada, a quien se extraña y evoca; pero, paradójicamente, ese vacío no lo llena su presencia en la casa. La canción habla de las contradicciones en las relaciones entre el hombre y la mujer; el poeta refiere la necesidad de estar con ella, pero también de lo necesario de estar sin ella; del hueco que llena su presencia, pero a la vez el hueco que produce esa presencia que lo aparta de lo demás, o las demás; del sinsentido de estar sin ella, el cual no se mitiga por estar con ella. En otras palabras, la canción habla del amor, o tal vez del desamor; de la soledad, o tal vez de la plenitud; de la tristeza, o tal vez de la alegría de estar vivo para sentir, ver, pensar, tocar y decir. Excelente bolero que habla de las paradójicas del amor y el ser humano, titulado precisamente como una frase adversativa que nos habla de lo antes expuesto: “Y sin embargo…”


De sobra sabes que eres la primera
que no miento si juro que daría
por ti la vida entera.
Y sin embargo un rato cada día
ya ves, te engañaría con cualquiera,
te cambiaría por cualquiera…


Muchos estarán de acuerdo conmigo en que una de las canciones más bellas del cantautor español se llama “Con la frente marchita” , cuyo título es una cita de aquel bolero clásico de Carlos Gardel. En sí, la canción es un postal poético, histórico y cultural, que nos habla de la ciudad de Buenos Aires y de la Argentina. La anécdota que la enmarca es una historia de amor autobiográfica, que termina en un adiós, una búsqueda y un recuerdo. En la biografía de Sabina sobresale el amor que le profesó a esta misteriosa mujer argentina (la cual también hará referencia en varias canciones), y quien prefirió a su Buenos Aires querido. A manera de tango (Con relación a lo que comentamos), Sabina nos regala esta exquisita, extraordinaria, poética, inolvidable y bella canción “Con la frente marchita”, la cual colocamos en el cuarto lugar:


Sentados en corro, merendábamos besos y porros
y las horas pasaban de prisa entre el humo y la risa.
Te morías por volver,con la frente marchita
cantaba Gardel.
Y entre citas de Borges Evita bailaba con Freud,
ya llovió desde aquel chaparron hasta hoy.

De la siguiente canción, que ubicamos en el tercer lugar, Sabina hace dos versiones, una la titula “Cerrado por derribo” y la otra se llama “Nos sobran los motivos”. En realidad es la misma estructura, el estribillo es el mismo y cambia las imágenes poéticas intermedias. La primera es versión original del disco 19 días y 500 noches, y tiene un ritmo de rumba española; la segunda versión tiene un ritmo acústico, acompañándose sólo de guitarras en un ritmo un poco más lento, y es la que interpreta en sus conciertos. La canción es también triste y nostálgica, aunque aquí esta historia de amor que termina mal le ha llevado a un estado de pesimismo y decepción enormes, a un vacío existencial que pocas veces había expresado en sus letras. Hay en esta canción un nivel poético extraordinario, que se ve reflejada en una cadena de metáforas exquisitas:

No abuses de mi inspiración ,
no acuses a mi corazón
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
de saber que estos son los últimos
versos que te escribo...

Del hasta hoy más reciente disco de Sabina titulado “Vinagre y rosas”, me gustaría referirme a una canción, la cual al escucharla por primera vez, supe que se convertiría para mí en el segundo himno (Sólo superado por la canción que encabeza esta lista). La canción tiene un ritmo y melodía arrabalera, idea que quiere plasmar Sabina en la foto de este material discográfico. Habla de un amor inconcluso, indefinido, inalcanzable en el ámbito espiritual; refiere a una mujer que se da todo y entrega todo, a excepción del amor; alguien quien prefiere la libertad en vez de anclarse en lo trascendente; quien prefiere el deseo al amor, el libre albedrío al dinero, la risa al dolor, el silencio a la voz. Titulada “Nombres impropios”, Sabina nos regala una exquisita, maravillosa, brillante, extraordinaria canción:

No se puede afirmar
que me engañaba cuando me mentía,
se llamaba Osadía
y desde el primer día
tuvo la cobardía de avisar.
Quien tiene siete vidas y dos ojos
de gata callejera,
no se va con cualquiera,
de su noche se espera
un broche de promesas incumplidas.

Siguiendo este orden descendiente, en el número uno tenemos esta canción cuyo título habla por sí sola. Mi himno nacional. Una de las canciones más brillantes que he escuchado, en contenido y forma. (El nombre de este blog hace referencia a esta canción y creo que eso lo dice todo). La historia habla de un amor de bar y de barra, fugaz como suelen ser sus historias, tórridos e intensos como suelen ser sus amores, eternos y fugitivos como el recuerdo que le dejan. En esta ocasión aquella mujer deja en el corazón de Sabina tatuada la frase “Peor para el sol” , poética y sugerente frase que inspira una de las mejores canciones de la lengua española:

Peor para el sol
que se mete a las siete en la cuna
del mar a roncar,
mientras un servidor
le levanta la falda a la luna.

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